Al parecer, no sólo las neuronas son las responsables de nuestra capacidad innata para recordar. Los astrocitos, unas células del sistema nervioso con forma estrellada, se ven inmersos en este proceso más de lo que pensábamos. La función principal de estas células es la de regular y controlar la comunicación entre las neuronas, el proceso conduce a la Potenciación a Largo Plazo (LTP), proceso que esta íntimamente con la capacidad para recordar y aprender. El proceso se iniciaría cuando las neuronas liberan acetil-colina, que conlleva el aumento de calcio en los astrocitos. Al ocurrir esto, los astrocitos liberan glutamato, que detecta las neuronas aldeñadas (colindantes) y en las que se produce la LTP.
La principal utilidad de este descubrimiento se encuentra en las investigaciones contra enfermedades como el alzheimer, además del conocimiento del cuerpo humano.
